Antecedentes: imagen corporativa en México

Antecedentes: imagen corporativa en México

Antecedentes de la identidad corporativa

A pesar de que la identidad corporativa pareciera un interés moderno, esta tiene sus raíces en los años posteriores a la Revolución Industrial. Una vez consolidadas, las grandes empresas tuvieron la necesidad de encontrar aquello que las distinguiera y las posicionara en el ojo público.

Por otra parte, en 1931 el jefe de publicidad de Procter & Gamble lanzó un ahora famoso informe a todos los integrantes de su departamento. Instruía a cada uno a enfocarse en un solo artículo vendido por la empresa y tratarlo como si fuera el más importante, logrando así consolidar la imagen de una corporación que comercia productos de la más alta calidad.

Para la década de los 60 toda corporación competitiva debía tener una imagen distintiva —logotipo de la empresa, eslogan y una participación activa en los medios publicitarios mediante comerciales, posters o jingles–, pero también centrarse en su filosofía de trabajo, sus valores y sus metas.

En México

Con la producción seriada y masiva, se crearon las grandes marcas, lo cual provocó que las empresas se dieran cuenta de la importancia estratégica de las marcas y su imagen. Esto ocurrió gracias al desarrollo tecnológico de los sistemas de impresión, que permitieron constituir estrategias de medios con carteles, folletos y anuncios en periódicos y revistas.

Por otro lado, los nuevos sistemas tecnológicos de reproducción (como la inyección de tinta) hicieron que la marca se alejara físicamente del producto que le servía de soporte y de su contexto regional, para aparecer en espectaculares, transporte público, mobiliario urbano, monitores en puntos de venta, etcétera; tantas posibilidades obligaron a adecuar las marcas para aumentar su infiltración (característica que le permite ser recordada por el receptor) y su visibilidad, todo esto en busca de un mejor posicionamiento.

Elementos de la imagen corporativa

La identidad corporativa consiste en un balance de elementos visuales que representan a una empresa y las características cualitativas con las que esta funciona y se promueve.

Esta sigue entonces una serie de valores y ética de trabajo, pero también una serie de elementos gráficos fácilmente identificables.